Existe una forma de violencia machista menos visible, que tiene que ver con determinados comportamientos y actitudes, a la que se le suele restar importancia. Situaciones que van más allá de las agresiones físicas pero que pueden provocar secuelas igual e incluso más graves en las víctimas. Esto es especialmente preocupante entre las y los jóvenes, donde la violencia machista va en aumento. Avanzar hacia una sociedad de hombres y mujeres iguales es prioritario y eso pasa por visibilizar el problema en todas sus formas.
“Esto también es violencia machista”
Como dice el lema de la campaña de la Diputación Foral de Bizkaia, comentarios, insultos o acosos, agresiones psicológicas u otras formas de maltrato y abuso emocional, también son violencia machista.
Algo que afecta a toda la sociedad, sin importar la procedencia económica, cultural o geográfica.
Una buena forma de identificar las señales de violencia machista, estos son algunos de los términos que se han acuñado para referirse a relaciones de maltrato emocional:
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“Ghosting”
Amenazas o violencia verbal explícita.
- “Lovebombing”
Cuando el agresor muestra de manera efusiva y descontrolada sentimientos de amor y cariño hacia su víctima. Suele ser el momento previo a situaciones de maltrato emocional.
- “Gaslighting”
El agresor utiliza la manipulación emocional para hacer pensar a la víctima que está imaginándose aquello que le hace daño.
- Ley de hielo
Ignorar a la víctima para hacerla vulnerable e incluso inexistente. De este modo el agresor controla a la pareja haciéndola sentir que su existencia depende solo de actuar tal y como quiere el agresor.
- Control coercitivo
Amenazas, insultos, humillación o intimidación disimulada hacia la víctima. Manejar al gusto del agresor hábitos, compañías, vestimentas o incluso horarios
En todos estos casos, la prioridad es visibilizar, escuchar y apoyar a la víctima.
Algunos datos en Bizkaia…
En 2022 se denunciaron 3.194 casos de acciones contra la libertad o los derechos de las mujeres, incluyendo la violencia ejercida por la pareja, la intrafamiliar y la sexual. Según datos del Observatorio de la Violencia Machista de Bizkaia, esta cifra ha aumentado más de un 12% en los primeros seis meses.