Expertos en educación infantil defienden el juego libre y espontáneo para potenciar la autonomía, creatividad y habilidades sociales.
Actidades extraescolares, clases, compromisos…. El tiempo libre en la infancia está cada vez más dirigido y deja poco margen para el juego espontáneo.
Más allá de una simple forma de entretenerse, cuando niños y niñas juegan de manera espontánea, crean sus propias reglas, resuelven conflictos y toman decisiones, lo que fortalece su pensamiento crítico y su capacidad de adaptación. Al jugar con otros, desarrollan habilidades de comunicación, negociación y empatía. Además, el juego libre les permite canalizar emociones, expresar sentimientos y descubrir su identidad.
Desde un punto de vista físico, correr, saltar, trepar o simplemente moverse a su aire contribuye al desarrollo de la motricidad gruesa, la coordinación y la resistencia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado la importancia del juego activo en la prevención del sedentarismo y la promoción de la salud física y mental en la infancia.
Por otro lado, actividades como dibujar, construir o manipular objetos favorecen la motricidad fina y la creatividad.
En definitiva, el juego libre y espontáneo es una herramienta poderosa para el desarrollo integral de la infancia. Al fomentar entornos donde los niños y niñas puedan explorar, inventar y jugar sin restricciones, estamos impulsando su aprendizaje y fortaleciendo su bienestar emocional, social y físico.
Para que el juego libre tenga un impacto positivo, es esencial disponer de espacios seguros y estimulantes donde puedan desenvolverse con libertad. Las ludotecas municipales son una buena alternativa y, además, más económica.
En SOINHEZI entendemos el tiempo libre como un tiempo en el que cada niño y niña sea protagonista de su proceso de aprendizaje. Por eso, damos una gran importancia al juego espontáneo dentro de nuestros programas.