La soledad no deseada, que afecta de manera especial a las personas mayores, se agudiza en verano. En su mayoría, mujeres mayores de 75 años (sobre todo de 80 años que viven solas) que sufren soledad durante el año y que se ve agravada en esta época debido a la ausencia de sus principales conexiones, como pueden ser familiares o vecinos.
La gran pandemia del siglo XXI
Según el Barómetro de la Soledad no Deseada en España 2024 de Fundación ONCE en el marco del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES) “la mayor cifra de personas en situación de decaimiento emocional (hasta el 11,4%) se produce en verano”.
Si bien la soledad es un problema creciente en todas las franjas de edad, en el caso de las personas mayores se incrementa con los años, las enfermedades y los problemas de movilidad. Afecta de manera especial a mujeres mayores de 75 años, sobre todo de 80 años que viven solas.
En verano, ese sentimiento tan difícil de definir se agudiza como consecuencia de la ausencia de sus principales conexiones, como pueden ser familiares o vecinos.
Menos oportunidades para socializar
En esta época, hay ciertas limitaciones que reducen las oportunidades de interacción social para las personas mayores más vulnerables y, como consecuencia, aumentar el sentimiento de soledad.
En general, son más sensibles a las altas temperaturas y esto puede limitar sus salidas a la calle así como de las posibles visitas.
Muchos programas y actividades sociales dirigidos a ellas reducen sus horarios durante estos meses o simplemente desaparecen.
Muchas familias se van de vacaciones sin sus familiares más mayores y las familias son a menudo su principal pilar de apoyo social.
También influye que las grandes ciudades no son amigables para las personas que envejecen (barreras arquitectónicas, falta de seguridad, poca iluminación…). En ellas, la invisibilidad y las dificultades para crear comunidad aumentan. Además, muchos servicios cierran en verano por lo que las oportunidades de conexión disminuyen.
Crear red, la clave para prevenir la soledad
Para combatir el riesgo de aislamiento social es clave sentir que se forma parte de una comunidad.
El programa Prevenir la soledad de SOINHEZI acompaña a las personas mayores para abordar esta problemática y evitar sus consecuencias negativas a nivel psicológico, social y de salud.
El objetivo del programa es capacitar y empoderar a la persona mayor a través de la generación de redes de contacto. Se trata de incrementar su contacto social recuperando los vínculos de vecindad y amistad de toda la vida.
Todos tenemos responsabilidad para prevenir la soledad, también en verano. Desde la propia persona hasta familiares, amistades, municipios e instituciones públicas a la hora de crear oportunidades de socialización y de fomentar la convivencia para hacer sentir a todo el mundo acompañado,