Mantener una alimentación sana y equilibrada o hacer ejercicio regularmente son los hábitos que te vienen a la cabeza para conservar una buena forma física y mental a medida que cumples años. Pero además de ellos, existen algunas costumbres que mejor evitar porque sin darte cuenta pueden afectar a tu salud. Mencionamos algunas de estas.
Llevar una vida sedentaria
Basta con andar un poco más o subir las escaleras en lugar de coger el ascensor, aunque cueste.
No beber mucha agua
A medida que envejecemos la sensación de sed disminuye. Por ello, las personas mayores tienden a deshidratarse más que los jóvenes.
Comer a deshoras
Comer a deshoras trastoca los ritmos de sueño y, por ello, aumenta posibilidad de sufrir insomnio, lo que evitará que cuerpo y mente se regeneren con la misma facilidad.
No comer suficiente proteína
A medida que envejecemos aumenta el riesgo de perder masa muscular. Ingerir proteína saludable sin grasas ayuda a mantener la masa y fuerza muscular y también la salud ósea,
No comer fibra
Incluir la fibra en la dieta es esencial para nutrir las bacterias beneficiosas que viven en nuestro intestino.
En general, revisar nuestra nutrición diaria es clave para gozar de una vida más larga y de una mayor calidad de vida.
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